Es de suma importancia, tener en cuenta un factor que casi siempre nos pasa desapercibido: fijarnos en nuestra personalidad. ¿Por qué?…
Para definir nuestros espacios a la hora de planificar una reforma de nuestra vivienda o negocio, debemos plasmar ante todo y sobre todo nuestra propia personalidad o aquella personalidad (negocios) a la que queremos atraer porque es el lugar donde vamos a pasar tanto tiempo como podamos para disfrutarlo (hogar) como tiempo donde durante horas, desarrollaremos nuestra labor. Por tanto, cuanto más se asemeje a nosotros, más armonía encontraremos en el entorno y mayor positividad nos transmitirá.
Antes de emprender la búsqueda, matizar que seguramente cada estancia nos deberá proporcionar sensaciones distintas por lo que, buscaremos ideas primero por estancia, luego sensaciones y finalmente por el adjetivo que mejor nos defina.
Siendo difícil tarea, inspírate en fotografías buscando según el adjetivo que mejor defina lo que tu personalidad busca. Ejemplo: “salón relajante”
Y el estilo, según te defina. Ejemplo: “salón relajante clásico”
Sincérate y traslada todas tus ideas e inquietudes a la empresa que ha de realizar el proyecto de reforma de tu vivienda. Define tu personalidad y necesidades para que trate de adaptarlas a tus futuros espacios ya que estos tienen que cumplir su función tal y como a ti te gustaría vivir y disfrutar en ellos.
No existe una solución genérica para las reformas, evita las soluciones estandarizadas y personaliza tus espacios, eclecticismo absoluto… atrévete y descubre soluciones que ni siquiera habías imaginado.