Actualizar la instalación eléctrica de viviendas y edificios es una tarea crucial contra la obsolescencia del parque inmobiliario español, uno de los más longevos de Europa. De las 29 millones de viviendas existentes, 13 carecen de una instalación eléctrica doméstica en armonía con la actual normativa y objetivos en materia de sostenibilidad y ahorro energético.
Renovar la instalación eléctrica antigua es beneficioso, pero también urgente y necesario para el cumplimiento del reglamento electrotécnico, garantizar la seguridad, evitar el derroche energético y mejorar el confort térmico. Los interesados en acometer esta renovación, además, pueden hacerlo dentro de una reforma integral o por partes, dependiendo de sus posibilidades económicas y del estado de su inmueble.
Por qué debes renovar una instalación eléctrica antigua
Cumplimiento de normativas
El cableado y los circuitos eléctricos de una vivienda antigua se rigen por normas y leyes que prescribieron tiempo atrás. Con el actual Reglamento Electrotécnico para Baja Tensión (REBT), la mayoría de las instalaciones con una década o más antigüedad entrarían en conflicto incluso con las normas y estándares más permisivos.
En líneas generales este reglamento, que fue aprobado mediante el Real Decreto 842/2002 del 2 de agosto, determina que los cuadros eléctricos deben componerse de un interruptor diferencial (ID), un pequeño interruptor automático (PIA) y un interruptor de control de potencia (ICP). El cuadro en sí, además, debe situarse cerca de la entrada de derivación técnica principal. ¿Qué sucede si mi cuadro eléctrico carece de estos elementos? La respuesta es que estarás obligado a cambiar la instalación eléctrica antigua.
Seguridad doméstica
Mantener una instalación eléctrica de los años 70, 80 ó 90 acarrea un grave riesgo para la salud del propietario y de sus convivientes. De acuerdo con el Instituto de Tecnología Eléctrica (ITE), esta clase de instalaciones están «en el origen de incendios y electrocuciones que ponen en peligro a las personas», a causa «del mal estado de los materiales, envejecimiento, inseguridad y manipulación no profesional de las instalaciones». La renovación del circuito eléctrico en viviendas y edificios comunitarios supone una mejora sensible de la seguridad.
Ahorro energético
Renovar la instalación eléctrica de la vivienda también contribuye al ahorro en la factura de la luz. Los electrodomésticos actuales, así como los dispositivos conectados al suministro (móviles, tabletas, televisores smart), suponen una mayor carga energética que los de generaciones anteriores. Además, los circuitos, cables y cuadros actuales incorporan temporizadores y otros dispositivos de regulación que minimizan el derroche energético de forma significativa. Dado que los materiales eléctricos, adecuadamente escogidos, evitan el desperdicio del 75% de la electricidad en determinados casos, esta rehabilitación es una inversión de futuro.
Disponibilidad de ayudas económicas
Renovar la instalación eléctrica sin obra no significa que el propietario deba asumir el cien por cien de la inversión. Las ayudas y subvenciones a la reforma disponibles en la actualidad reducen significativamente los gastos relacionados.
En concreto, los interesados pueden acogerse al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), nutrido con los fondos Next Generation EU, para la rehabilitación de viviendas y edificios residenciales. Este plan acoge «un ambicioso programa de reformas estructurales y legislativas orientadas a abordar los principales retos de nuestro país», citando fuentes estatales.
Mantenimiento y confort mejorados
El bienestar térmico y el confort en general dependen en buena medida de la calidad de la instalación eléctrica. Un cableado y enchufes envejecidos fracasarán en satisfacer las necesidades de los electrodomésticos actuales, generando múltiples problemas, sobrecargas y averías en su lugar. La decisión de rehabilitar la instalación también puede economizar la compra de recambios en el futuro, pues los repuestos de instalaciones antiguas serán más costosos y difíciles de obtener que los nuevos.
¿Cómo saber si la instalación eléctrica es antigua?
Como somos una empresa de reformas integrales en Madrid, hemos visto numerosas instalaciones eléctricas. Dependiendo del año de construcción del edificio, o del año de la instalación si se ha renovado en algún momento, hemos visto instalaciones más antiguas o menos. Por eso, te enseñamos cómo identificar si la instalación eléctrica es antigua y sería necesario cambiarla.
La vivienda española tiene una antigüedad media de 45 años, si bien su instalación eléctrica no lo es tanto. Con todo, los propietarios deben prestar atención a una serie de evidencias y signos que denuncian la obsolescencia de los circuitos eléctricos de su inmueble.
En primer lugar, la presencia de enchufes del siglo pasado —los trifásicos, por citar un caso extremo— ponen de manifiesto que la instalación precisa una urgente renovación. La peligrosidad de estos enchufes es altísima, pues no sólo carecen de toma de tierra (son unas piezas metálicas salientes en el enchufe), sino que además son vulnerables a sobrecargas. Por consiguiente, estas ‘reliquias’ pueden ocasionar incendios, electrocuciones y otros accidentes.
La propia longevidad de la instalación también puede ser una señal de alarma. De superar los 10 años, su antigüedad sería ya preocupante, y obligaría a los propietarios a considerar seriamente la renovación de los circuitos eléctricos.
